Un vecino inesperado

18 de noviembre de 2013

Acompáñenos en el viaje de Natalie Newcomer a través de los peligros y las alegrías de vivir en la interfaz urbano-forestal.

El otoño en la nueva casa ha sido increíble. Los álamos que rodean el arroyo han dejado caer sus hojas doradas y brillantes y la artemisa que hay detrás de la casa ha adquirido un olor totalmente nuevo: más fresco, más limpio y más intenso.

Cuando compré mi casa, sólo pensaba en el precio, en la belleza del barrio y del terreno circundante, y en los magníficos colegios en los que estudiarían mis hijos. No fue hasta que hablé con un vecino cuando empecé a atar cabos: mi pequeña comunidad estaba justo en medio de una zona de incendios. Resulta que hay un término técnico para ello: la interfaz urbano-forestal. Elegí una casa en el límite de la zona silvestre, y ahora un incendio podría llegar hasta mi puerta. No creo que las tarántulas y los escorpiones sean el peor de mis problemas.

¿Qué puede hacer un propietario? Para eso está el seguro, ¿no? ¿Lo mejor que puedo esperar es que me avisen con suficiente antelación para evacuar a mis animales y mis preciadas posesiones antes de que estemos fritos? Parece que no.

El Reno Gazette-Journal publicó el sábado un artículo sobre el segundo aniversario del incendio de Caughlin. En él se hablaba del caos que vivieron los residentes durante las evacuaciones en plena noche y de los principales problemas que provocaron el incendio de viviendas. El autor afirma que estas cosas podrían haberse evitado. La gente puede tener materiales preparados para la evacuación, y las prácticas en torno al hogar pueden dar a una estructura una oportunidad de sobrevivir contra una tormenta de brasas.

Explorando el sitio web Living With Fire, al que se hace referencia al final del artículo, encontré abundante información sobre cómo dar a mi casa una oportunidad en caso de incendio, y a los bomberos una mejor oportunidad de salvarla. Los nevadenses somos trabajadores y estamos en constante expansión. Vivimos en zonas, incluso en medio de ciudades y pueblos, que son propensas a los incendios forestales. Los costes pueden ser elevados, pero las recompensas son infinitas, con cielos espléndidos, abundante vida salvaje y una vegetación agreste y hermosa de la Gran Cuenca.

Acompáñame a aprender cómo adaptarnos para formar parte de una comunidad próspera y segura contra los incendios forestales en un estado donde el fuego forma parte del ciclo vital natural.

Más información próximamente.

Natalie Newcomer

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